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lunes, 11 de julio de 2011

Presbiterianos Arrestados por oponerse al TLC entre EE UU y Colombia

Cuatro Presbiterianos en EE UU fueron arrestados frente la Casa Blanca al oponerse tratado de Libre Comercio con Colombia

11 de julio 2011, Washington DC. Hoy cuatro miembros de la Hermandad de Presbiterianos por la Paz (PPF, siglas en ingles) fueron arrestados frente a la casa Blanca cuando realizaban una protesta pacífica y no violenta contra el Tratado de Libre Comercio con Colombia. Los arrestados fueron: Rick Ufford-Chase (Director Ejecutivo de PPF), Rev. Sally Juárez, Kevin Moran, y Katie Rains. Juntos con ellos y ellas estaban muchos miembros de PPF que llegaron de todo Estados Unidos para unirse a la protesta en el Parque Lafayette que está ubicado frente a la Casa Blanca.
Durante la protesta participaron oradores de Estados Unidos y de Colombia que representaban a los trabajadores, ambientalista, defensores de derechos humanos y líderes religiosos como el Rev. Dr. J. Herbert Nelson, Coordinador de la Oficina de Testimonio Público de la Iglesia Presbiteriana de los Estados quienes enviaron mensajes  que piden al Presidente Obama que se oponga al Acuerdo de libre comercio pendientes con Colombia ya que se prevé que tendrá desastrosos afectos en los trabajadores sindicalizados, en los desplazados, en los afrocolombianos, indígenas, campesinos y en el medio ambiente.

Los miembros de PPF manifestaron que en 2009 lideraron una delegación a Colombia para reunirse y evaluar el Programa Presbiteriano de Acompañamiento por la Paz. En esa reunión, la Iglesia Presbiteriana de Colombia pidió que aumentásemos nuestro acompañamiento en los Estados Unidos por medio de la incidencia y diciendo la verdad al poder en los Estados Unidos sobre el impacto de la política exterior de nuestro país en Colombia. La protesta frente a la Casa Blanca es parte de nuestro compromiso a largo plazo para liderar la oposición al Tratado de Libre Comercio con Colombia junto con nuestros hermanos de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos y las organizaciones de hermanas en Washington DC.

Información tomada de: http://presbypeacefellowship.org/node/477

domingo, 10 de julio de 2011

Líderes religiosos piden que el Congreso de los Estados Unidos no ratifique el Tratado de Libre Comercio con Colombia

Por: Milton Mejía, profesor de teología e investigador del grupo OIDHPAZ de la CUR.

Durante el mes de junio y julio líderes ecuménicos e interreligiosos de los Estados Unidos (EE UU) han realizado varias manifestaciones públicas para pedir que el Congreso no ratifique el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia. Una de estas actividades fue la semana de ayuno que realizó Presbyterian Peace Fellowship (PPF) con la colaboración de la Iglesia Presbiteriana de Colombia entre el 5 al 12 de junio. Para esta Jornada pastores y líderes de los Presbiterios de la Costa y de Uraba escribieron oraciones y realizaron estudios bíblicos relacionados con el significado de una economía justa. Esta jornada permitió que en varias ciudades miembros de las iglesias se mantuvieran en ayuno, en tiempos de reflexión y oración en las mañanas y en las tardes para expresar su preocupación acerca del bienestar y la seguridad de los colombianos si el TLC es aprobado por el Congresos. Su preocupación además la expresaron con llamadas y enviando carta al presidente Obama pidiéndole que no enviara el TLC con Colombia al congreso para su ratificación.   
En este mismo espíritu el 15 de junio líderes ecuménicos e interreligioso realizaron en Washington DC, un desayuno de oración por los derechos humanos en Colombia. En este  participaron como conferencistas el congresista demócrata McGovern y el Rev. J. Herbert Nelson Director del Departamento de Testimonio Público de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos (PC-USA). En este evento los líderes ecuménicos e interreligiosos que participaron hicieron un llamado al congreso de su país a no aprobar el TLC con Colombia hasta que no mejoren las condiciones de los derechos humanos en Colombia.
Los participantes sustentaron este pedido teniendo en cuenta que Colombia sufre la peor crisis mundial por desplazamiento interno, con más de 5 millones de personas, la mayoría de los cuales son indígenas y campesinos, que se han visto obligadas a abandonar sus tierras por amenazas de grupos paramilitares y guerrillero. Además agregaron que Colombia es también el lugar de mayor violencia contra los sindicalistas en el mundo. Entre 2005 y 2009, más sindicalistas fueron asesinados en Colombia que en el resto del mundo en su conjunto. Entre junio y octubre de 2010, 33 defensores de los derechos humanos fueron asesinados, y en junio de 2011 la líder desplazada y activista de derechos humanos Ana Córdoba fue asesinada, a pesar que pidió protección al gobierno en varias ocasiones.
Según los líderes religiosos si se aprueba el TLC con Colombia esta situación empeorará como sucedió con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), donde después de ser aprobado se produjo aumento de la violencia antisindical y el incremento de la explotación económica de los agricultores e indígenas que no pueden competir con las grandes empresas de agricultura comercial. En el desayuno de oración, McGovern habló de su oposición al TLC en su forma actual dado que los ingresos de los pequeños agricultores serán golpeados ya que sus cosechas no pueden competir con las importaciones más baratas  de los EE.UU.
Por su parte el Rev. Nelson hizo un llamado a los miembros del Congreso a escuchar el imperativo evangélico de amar al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Pidió a los legisladores dejar que el amor cristiano guiara sus relaciones con los demás, afirmando que la política comercial es exactamente eso - una relación que debe ser guiada por la caridad y la justicia. El desayuno concluyó con una oración por la justicia y recordando a los defensores(as) de los derechos humanos asesinados en Colombia durante el 2011.
En este contexto el Secretario General de la PC (USA), Rev. Gradye Parsons también ha enviado una carta al Presidente Obama instándolo a no introducir el TLC con Colombia al Congreso en su forma actual. Esta carta tiene soporte en la 215ª Asamblea General realizada en el 2003 que hizo un llamado a los presbiterianos a oponerse a las acciones de las multinacionales y los acuerdos comerciales que pongan en primer lugar los derechos de las corporaciones sobre el derecho de los gobiernos y los pueblos para aprobar y aplicar leyes que preserven el bien público y protejan a sus ciudadanos, sus economías y el medio ambiente local. También en 2008, la Asamblea 219ª aprobó una resolución similar, esta vez en relación a la situación en Colombia y la responsabilidad de los presbiterianos para educar a los miembros de las iglesias acerca de la injusticia económica y los abusos de derechos humanos que ocurren en Colombia. De esta forma el Secretario General de la PC (USA) se sumó a las voces de muchos líderes religiosos, de organizaciones sociales y derechos humanos en los Estados Unidos y Colombia que se oponen a la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Colombia.
La próxima manifestación pública de líderes ecuménicos y religiosos para pedir que el congreso no ratifique el TLC se realizara en Washington DC, el lunes, 11 de julio a las 12 del mediodía en el Parque Lafayette (justo en frente de la Casa Blanca). En esta participaran ponentes reconocidos en los Estados Unidos y líderes colombianos, así como líderes de iglesias y activistas de organizaciones de todo el país para mostrar con imágenes y testimonios los niveles alarmantes de violencia contra los sindicalistas y líderes de derechos humanos en Colombia que indican que no es bueno este acuerdo comercial para la mayoría de los Colombianos. Sigamos unidos en oración y en las acciones que se vienen realizando para mostrar el daño que produce este tipo de acuerdos comerciales en los seres humanos, a la naturaleza y hacer evidente que sus postulados van en contra de una fe cristiana que busca la justicia y la paz.
Barranquilla, 9 de julio de 2011.   
Referencias de las fuentes de esta información:
http://www.pcusa.org/news/2011/6/27/stated-clerk-speaks-out-against-colombia-free-trad/  
http://www.pcusa.org/news/2011/6/15/pcusa-presses-obama-human-rights-colombia/

lunes, 4 de julio de 2011

PROGRAMA DE ACOMPAÑAMIENTO PRESBITERIANO PARA LA PAZ

Por: Milton Mejía, Profesor e investigador del Programa de Teología de la CUR.

Esta experiencia surge en mayo de 2004 a partir de un comunicado elaborado por organizaciones sociales y de derechos humanos entre las cuales estaba el Presbiterio de la Costa de la Iglesia Presbiteriana de Colombia (IPC) en la ciudad de Barranquilla que fue dirigido a varias iglesias en los Estados Unidos y a organizaciones de derechos humanos compartiendo la preocupación por las amenazas, la persecución y asesinatos que estaban sucedido en la ciudad en relación al trabajo  de apoyo a los desplazados y de defensa de los derechos humanos.

Esta comunicación fue acompañada por una petición del Presbiterio de la Costa de la IPC a la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos (PCUSA) donde se solicitaba apoyo en los siguientes aspectos:
  • Iniciando una campaña de comunicados a las autoridades  colombianas solicitando el respeto y las garantías para el trabajo de defensa de los derechos humanos y apoyo a la población desplazada, a las organizaciones sociales y de derechos humanos y a sus líderes entre las que había personal de la iglesia presbiteriana en Barranquilla.
  • Necesitamos acompañamiento de hermanos y hermanas de las iglesias de Estados Unidos de manera periódica y permanente para aumentar las condiciones de seguridad y así poder continuar nuestro trabajo en la ciudad.
  • Es urgente dar apoyo jurídico con abogados con experiencia en este tipo de situaciones a los desplazados que están detenidos y dar  apoyo humanitario a sus familias.
Así  el Programa de Acompañamiento Presbiteriano para la Paz surge como una respuesta a la IPC de la PCUSA y en particular  a la petición que el Presbiterio de la Costa venía haciendo desde hace varios años de fortalecer la solidaridad y contribuir con incrementar la protección a los sectores sociales como los desplazados, sindicalistas y a las organizaciones con las cuales el Presbiterio de la Costa estaba coordinando el trabajo  por la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de la paz en el Caribe colombiano.

Dada las amenazas generalizadas a las organizaciones de derechos humanos y sociales las cuales el Presbiterio de la Costa sufrió de manera directa, Rick Ufford Chase, Moderador de la 216 Asamblea General de la PC (USA) visitó a Colombia e inicio el Programa  de Acompañamiento en septiembre de 2004. Durante su estadía en Barranquilla dialogó con las autoridades civiles y militares a quienes les pidió que se hiciera claridad sobre las amenazas a líderes del Presbiterio de la Costa y de las organizaciones de derechos humanos pidiendo garantías y protección para el trabajo de defensa de los derechos humanos y el apoyo a la población desplazada.

A partir de esta visita empezaron a venir a la ciudad de Barranquilla acompañantes de los Estados Unidos, los cuales estaban con el Presbiterio de la Costa, con las comunidades de desplazados y con organizaciones de derechos humanos durante uno o dos meses. Desde sus inicios se propuso que el programa de acompañamiento estaba dirigido a la población desplazas y a la defensa de los derechos humanos. En una descripción del perfil de los acompañantes que la IPC envió en junio de 2004 se explica que estos serian de tiempos cortos (Uno o Dos meses) y permanentes (dos a tres años) y se afirma lo siguiente: “Para la IPC es prioritario mantener, fortalecer y continuar recibiendo el respaldo de la PC (USA) en el trabajo de acompañamiento a la población desplazada y en la defensa de los derechos humanos. La importancia de la oportunidad de misión conjunta está en que las personas que estamos solicitando aumentaría nuestras condiciones de seguridad en el actual momento del país en que la presencia internacional es respetada por todos los actores del conflicto.” El objetivo básico que se propuso fue: “Acompañar pastoralmente en el fortalecimiento y en la protección del ministerio de atención a la población desplazada y de defensa de los derechos humanos que realiza la IPC en la Costa Norte de Colombia”.[1]

De la misma forma en febrero de 2006 se envió un documento[2] a la Hermandad Presbiteriana por la Paz, quien es la encargada del programa en los Estados Unidos donde se indica que los propósitos del programa de acompañamiento por parte de la PC (USA) son: a. Acompañar a sus hermanos y hermanas de la Iglesia Presbiteriana de Colombia en su trabajo por la defensa de los Derechos Humanos; b. Participar con sus hermanos y hermanas de las IPC en las experiencias de acompañamiento pastoral con las demás organizaciones e iglesias que conforman la Red Ecuménica de Colombia en el ministerio de servicio y protección de la vida de los defensores de los Derechos Humanos, visitando, conociendo, escuchando y siendo solidarios con las comunidades; c. Participar con la IPC y los demás miembros de la Red Ecuménica en la defensa de los derechos humanos y la vida de las personas y familias en situación de desplazamiento cuando lo soliciten; d. Participar activamente en las labores de incidencia política cuando haya necesidad de intervenir en la defensa y protección de la vida de un defensor de los derechos humanos o de una comunidad en situación de desplazamiento cuando hayan sido amenazados, en las instancias gubernamentales correspondientes de los gobiernos de los Estados Unidos y Colombia, cuando sea necesario; e. Trabajar en los Estados Unidos en actividades que permitan conocer la realidad política de ambos países y las consecuencias que sus acuerdos y políticas entre ambas naciones tengan entre la población colombiana o de los Estados Unidos.

En marzo de 2010 representantes de la IPC y de la PC (USA) se reunieron para evaluar este programa, analizar el contexto actual en los dos países, la relación de trabajo positivo en los últimos cinco años, las respuestas abrumadoramente positiva de los participantes y la convicción que Dios los llamaba a continuar el compromiso con el trabajo del Programa de Acompañamiento Presbiteriano para la Paz. En esta evaluación se afirmó el ser compañeros en la misión y se valoró lo que habían aprendido juntos y juntas en el trabajo para confiar unos y unas en los otros y las otras, así como confiar en que Dios está presente en el trabajo que hacen los acompañantes. A partir de este compromiso se elaboró una declaración y se establecieron los siguientes principios que guían la labor de este Programa.[3]

Lo que ha hecho el programa de acompañamiento que es único ha sido nuestro compromiso compartido para:
1.      Luchar contra la violencia,
2.      Trabajar para la protección de los DDHH, y
3.      Trabajar para crear una cultura de paz en nuestras iglesias, comunidades, naciones y el mundo.

  • Nuestro esfuerzo siempre ha sido crear acompañamiento y protección de la iglesia EEUU hacia la iglesia de Colombia, porque ésta ha demostrado gran valentía en estas áreas. El acompañamiento se ha extendido a otras iglesias y organizaciones y redes seculares que también se han comprometido con este trabajo, pero siempre para apoyar y fortalecer el coraje y la presencia de la IPC cuando realiza estos esfuerzos.
  • Nuestro entendimiento de acompañamiento se ha ampliado según la cambiante situación, pero continuamos creyendo que nuestro papel principal es proveer ánimo, apoyo y protección para la IPC mientras estos objetivos continúen siendo prioridad entre sus muchos objetivos y desafíos.
  • El objetivo principal de los acompañantes de EEUU es acompañar los esfuerzos de la IPC en las siguientes áreas:
1.      Protección para los que trabajan por los DDHH que los pone en riesgo, tanto en la iglesia como en los círculos de DDHH donde la iglesia participa.
2.      Apoyar los esfuerzos propios de la IPC al acompañar a las comunidades desplazada en los tres presbiterios.
3.      Apoyar el trabajo de incidencia política en Colombia particularmente en (per no limitado a) oficinas gubernamentales y embajadas en el país.
4.      Apoyar a los esfuerzos de la iglesia de “construir una cultura de paz” y de promoción de la vida en la cultura de la sociedad a través de Diaconía, y a través de sus esfuerzos de trabajo de resolución de conflictos en las Iglesias.
5.      Trabajar para energizar el creciente círculo de acompañantes en los EEUU en trabajo de incidencia política en el congreso y la administración de los EEUU al respeto de cerrar las bases militares de los EEUU en Colombia, reducir la ayuda militar, aumentar la ayuda para el desarrollo, y apoyar la reforma agraria para la población internamente desplazada en Colombia.

Durante el tiempo de funcionamiento del programa han participado en el proceso de entrenamiento cerca de 120 personas de los cuales han estado como acompañantes 77. También el programa cuenta con una pareja de acompañantes permanente. Quienes han participado de esta experiencia han dado testimonio del cambio que han vivido al compartir con las comunidades y las iglesias el trabajo por los derechos humanos, por justicia y por la paz en Colombia. La experiencia de estar con las comunidades y sentir que contribuyen con la protección de vidas y de procesos sociales está permitiendo que las iglesias redefinan sus relaciones de cooperación en la misión y la forma de anunciar en evangelio como buenas nuevas de paz para los que sufren pobreza, violencia y persecución en Colombia y en otros lugares del mundo.


[1] Propuesta enviada por la IPC a la División de Ministerios Globales de la PC (USA) en junio de 2004.
[2] Proyecto enviado en febrero de 2006 por la IPC a PPF para establecer propósitos y forma de funcionamiento del Programa de Acompañamiento.
[3] Declaración de principios que guían el programa de acompañamiento por la paz. Abril de 2010, Reunión de evaluación realizada en Barranquilla.