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jueves, 20 de septiembre de 2012

LA PAZ SE CONSTRUYE CON EL PUEBLO

Barranquilla, septiembre de 2011
LA PAZ SE CONSTRUYE CON EL PUEBLO
Diversas organizaciones y sectores sociales que representamos procesos de organización comunitaria, cultural, política, de educación, eclesial, de defensa de los derechos humanos, victimas de crímenes de Estado y búsqueda de la paz en el Atlántico, aglutinadas en el espacio departamental de sectores sociales y de derechos humanos por una salida política al conflicto social y armado y  la paz en Colombia, saludamos con beneplácito la actitud y decisión de las Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia ejercito del pueblo (FARC-EP) y del Gobierno Nacional de Juan Manuel Santos Calderón, en allanar los caminos necesarios en un proceso de dialogo encaminado a la superación del conflicto social y armado y la consecución de la paz, como también recibimos con esperanza el  anuncio del Ejército de Liberación Nacional (ELN),  de estar abiertos por encontrar un espacio para un dialogo abierto y sin condiciones y comenzar a discutir los grandes problemas del país; aspectos que consideramos deben confluir en una mesa única de conversaciones, con participación activa y concreta en ella de la población civil, sectores sociales y populares.
El ya largo Conflicto político, social y armado por el que viene atravesando nuestro país por más de 50 años, requiere efectivamente este proceso de dialogo y encuentros que ponga fin a la guerra; permitiendo transitar hacia una verdad, justicia y reparación integral a las victimas de la misma. En este sentido creemos y estamos convencidos como población y sociedad civil organizada, que el tema de la paz no es una cuestión aislada del pueblo, que somos precisamente nosotros los que estamos llamados a la construcción de ésta, que es un anhelo histórico e inquebrantable; que no solo es un problema de la confrontación armada, sino de las desigualdades  e injusticias sociales a las que vienen sometidos millones y millones de colombianos y colombianas, donde cada día crece mas la franja de pobres e indigentes, por aplicación de políticas neoliberales y privatizadoras que golpean a los sectores  mas vulnerados de nuestra sociedad, siendo así, no podemos pensar en paz, ni hablar de paz, si no se parte por reconocer y buscar soluciones al conflicto social en el que nos encontramos, entendiendo que la paz es una cuestión de toda la sociedad.

Desde el espacio departamental de sectores sociales y de derechos humanos por una salida política al conflicto social y armado  y la paz en Colombia, invitamos a toda la comunidad y a las organizaciones políticas, sociales, de mujeres, de víctimas y derechos humanos a unirnos en una sola voz que alce el clamor por la paz con reformas estructurales, con garantías y respeto a los derechos humanos, donde los 5 puntos con los que se inicia la agenda de diálogos (Reforma agraria, garantías para el ejercicio de la oposición política y de  la participación ciudadana, el fin mismo del conflicto armado, la lucha contra el narcotráfico y los derechos de las victimas) sean temas discutidos desde lo territorial, local y departamental, que permitan generar propuestas desde las reivindicaciones mas sentidas, solo así es posible la construcción de un país democrático, soberano, con paz y justicia social.

 

ESPACIO DEPARTAMENTAL DE SECTORES SOCIALES Y DERECHOS HUMANOS
POR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA Y LA PAZ EN COLOMBIA
Las organizaciones y sectores sociales que participaron y subscriben de este pronunciamiento: COORDINACIÓN COLOMBIA EUROPA ESTADOS UNIDOS, MOVIMIENTO NACIONAL DE VICTIMAS DE CRÍMENES DE ESTADO, RED ECUMÉNICA DE COLOMBIA, CPDH, ANDESCOL, FCSPP, ACEU, MARCHA PATRIÓTICA, P.C.C, AFUSODO, IGLESIA PRESBITERIANA, IGLESIA ANGLICANA, SERPAJ, IGLESIA MENONITA, SECTOR PROFESORES UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, SECTOR ESTUDIANTIL, SECTORES DE EDILES, SECTOR DOCENTE, SECTOR DE ABOGADOS, CEDERHNOS, SECTOR DE ARTISTAS, CONGRESO DE LOS PUEBLOS, MINGA CARIBE, P.D.A, JUVENTUD COMUNISTA COLOMBIANA. SECTOR ESTUDIANTIL, COORDINACIÓN SOBREVIVIENTES UP. FUNDACIÓN CRISTHOS PAX. CONFLUENCIA

domingo, 9 de septiembre de 2012

DESAFIOS Y APRENDIZAJES PARA APORTAR A LA PAZ EN COLOMBIA

Por: Milton Mejía, del Observatorio Ecuménico OIDHPAZ-CUR y Coordinador del Programa FES del CLAI.

En comunicaciones separadas, haciendo referencia a Mateo 5:9, la Iglesia Católica, por medio del Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y las iglesias protestantes, evangélicas y sectores ecuménicos en Colombia a través de una declaración donde firman más de 20 de sus representantes, han celebrado y manifestado la esperanza que es posible la paz por medio del dialogo en Colombia. En las declaraciones se afirma:
“Convencidos de que el diálogo es el único camino posible para obtener la paz, los Obispos de Colombia recibimos con alegría y esperanza el anuncio del señor Presidente de la República sobre conversaciones exploratorias con las fuerzas insurgentes para establecer las bases de un proceso de paz que pueda conducirnos, con la ayuda de Dios, a poner fin al conflicto armado”.[1]
Por su partes, iglesias protestantes y evangélicas agrupadas en la Mesa CLAI, la Comisión de Paz de CEDECOL y la Red Ecuménica en Colombia manifestaron: “Este anuncio nos produce esperanza que es que posible detener la confrontación armada que hemos vivido en Colombia por cerca de 50 años, y lo vemos como una respuesta de Dios a nuestra oraciones, donde por muchos años hemos pedido que su Espíritu de paz permita construir espacios de diálogos para resolver los conflictos por medios no violentos y hacer posible la paz como fruto de la justicia y del respeto a la dignidad humana, como lo anuncia el evangelio”.[2]
Estas declaraciones que contienen el mismo espíritu del evangelio de paz, el anhelo de los colombianos y colombianos que buscan poner fin al conflicto, así como las oraciones y el clamor por la paz que viene creciendo entre los colombianos, nos desafían como cristianos e iglesias para que intentemos aportar en detener el conflicto armado y sentar las bases de una paz donde se superen todas las formas de violencia, se proteja la dignidad humana y se cuide la vida en todas sus manifestaciones en nuestro país.
Para que los cristianos, las iglesias y el movimiento ecuménico podamos aportar en hacer posible la paz, creo que necesitamos afirmar el concepto bíblico-teológico de ella y aprender de las experiencias de procesos de negociación en otras regiones del mundo donde el movimiento ecuménico ha participado. En relación a la perspectiva bíblico-teológica, es bueno tener en cuenta el llamamiento a una paz justa que hizo la Convocatoria Internacional Ecuménica por la Paz en Jamaica. Esta afirma: “Dentro de las limitaciones de la lengua y el intelecto, proponemos que la paz justa sea comprendida como un proceso colectivo y dinámico pero arraigado de liberación de los miedos y carencias de los seres humanos, de superación de la animadversión, la discriminación y la opresión, y de establecimiento de condiciones para unas relaciones justas que privilegien la experiencia de los más vulnerables y respeten la integridad de la Creación”. [3]
Este llamamiento presenta la búsqueda de la paz como un camino y  viaje difícil ya que la violencia y la guerra dividen profundamente a las comunidades. Por esta razón “quienes han estereotipado y demonizado a sus adversarios necesitarán apoyo y acompañamiento a largo plazo para salir de su estado y curarse. Reconciliarse con los enemigos y restablecer relaciones rotas es un proceso largo y un objetivo necesario. En un proceso de reconciliación ya no hay los que tienen poder y los que no, los superiores y los inferiores, los poderosos y los insignificantes.” En esta perspectiva se afirma que los acuerdos de paz son a menudo precarios, provisionales, inadecuados y que reparar el daño de la guerra y la violencia puede llevar más tiempo que el conflicto que lo causó. Pero el logro de la paz a lo largo del camino, aunque sea imperfecta, es una promesa de las grandes cosas que nos esperan como sociedad.
También, el llamamiento afirma que las “escrituras nos enseñan que la humanidad es creada a semejanza de Dios y bendecida con dignidad y derechos. El reconocimiento de esa dignidad y esos derechos es uno de los puntos clave de nuestra comprensión de la paz justa. Afirmamos que los derechos humanos universales constituyen el instrumento legal internacional indispensable para proteger la dignidad humana. Para ello, consideramos que es necesario que los Estados tengan la responsabilidad de asegurar el imperio de la ley y garantizar tanto los derechos civiles y políticos, como los derechos económicos, sociales y culturales.”
Con esta perspectiva bíblico-teológica que ha sido construida desde la diversidad de muchas experiencias de búsqueda de paz donde iglesias y sectores ecuménicos hemos participado, creo que es bueno resaltar los siguientes desafíos y aprendizajes que tenemos de cara al proceso de dialogo y negociación política que se anuncia en Colombia: 
Para los sectores de iglesias y ecuménicos que participaron en los procesos de paz en Centro América y hemos venido involucrados e intentando aportar en hacer posible la paz en Colombia es claro que esta no se logrará solo con detener el conflicto armado o lograr la desmovilización de los guerrilleros. Aunque es  necesario reconocer que esto es urgente para evitar que siga aumentando la crisis humanitaria, las victimas, la muerte de civiles y combatientes, ya que todos somos parte del pueblo colombiano.
Para hacer posible la paz necesitamos entender que esta es un proceso de construcción de la sociedad que deseamos como colombianos y colombianas. La paz en esta perspectiva es como un camino que construimos durante el viaje. Para construir este camino y andar por él tenemos los referentes del respeto a la dignidad humana, a la diversidad cultural, a la autonomía de los pueblos y al cuidado de la creación de Dios. Esto en un contexto internacional donde adquiere importancia el derecho internacional de los derechos humanos y el cuidado de la naturaleza.
Si bien habrá comisiones de diálogos y negociación con representantes del gobierno y las guerrillas, están serán para detener el conflicto ya que para la construcción de la paz se necesita que haya participación y aportes de todos los sectores de la sociedad en colombiana. En esta perspectiva como iglesias y sectores ecuménicos en Colombia, con acompañamiento de nuestras iglesias hermanas y la comunidad ecuménica internacional necesitamos seguir preparándonos para aportar a la paz en Colombia.
Como he venido afirmando la paz en Colombia es un camino por construir, para trazar buenos caminos se necesita la participación de muchos caminantes. Andar y viajar por caminos que están por construir no es fácil por lo que se necesita estar comprometido con el horizonte donde deseamos llegar. Nosotros como iglesias y sectores ecuménicos en Colombia con el acompañamiento internacional podemos ser parte de estos caminantes que hacemos camino y aportamos desde nuestro horizonte, el cual es el evangelio de la paz que trae vida abundante a los seres humanos.
Barranquilla, 4 de septiembre de 2012.         
Publicado en: http://www.alcnoticias.net/interior.php?lang=687&codigo=22738&format=columna


domingo, 2 de septiembre de 2012

PROCLAMA POR UNA SOLUCION POLITICA Y PAZ DE SECTORES SOCIALES DEL ATLANTICO

Barranquilla, Agosto de 2012.
PROCLAMA

POR UNA SALIDA POLÍTICA AL CONFLICTO SOCIAL Y  ARMADO Y LA BÚSQUEDA DE LA PAZ EN COLOMBIA.

Diversas organizaciones y sectores sociales que representamos procesos de organización comunitaria, cultural, política, de educación, eclesial, de defensa de los derechos humanos, y búsqueda de la paz del Atlántico y víctimas de crímenes de Estado, nos reunimos el  viernes 27 de julio de 2012 en la ciudad de Barranquilla, para reflexionar sobre los desafíos que tenemos ante la urgente necesidad de una salida negociada al conflicto armado y la búsqueda de la paz en Colombia. Durante nuestro encuentro, hemos hecho un diagnóstico de las formas como se vive el conflicto, y las diferentes manifestaciones de las violencias en el Departamento; compartimos las diversas iniciativas de paz que se vienen realizando a nivel nacional, regional y local y, decidimos constituirnos en espacio departamental de sectores sociales y derechos humanos por la salida política al conflicto armado y la búsqueda de la paz en Colombia.
El conflicto y las violencias en el departamento del Atlántico
El conflicto armado en Colombia, que tiene antecedentes en los últimos 40 años, hoy se enmarca en un contexto global de intereses del capital transnacional que presenta a Barranquilla y al Departamento como capital del TLC. La ciudad es adecuada para ser vendida a los grupos económicos internacionales que unidos a los nacionales, buscan que los ciudadanos paguemos las obras de infraestructura para el comercio, con impuestos como el de valorización II, con antecedentes como la privatización de las empresas que eran de servicio público y patrimonio de la ciudad.

El Departamento es víctima de la guerra atípica que vive Colombia, ésta se manifiesta en el campo en la confrontación armada entre el ejército y la guerrilla, bases militares con presencia de los Estados Unidos en nuestros Municipios, donde se coordinan operaciones de guerra en la Región, mientras en la ciudad y zonas urbanas se palpa la inseguridad por la acción y control de grupos paramilitares que sirven a intereses políticos y económicos; robos, atracos en los buses y alrededores de colegios, asesinatos entre 6 y 8 personas en los fines de semana, limpieza social, enfrentamiento entre pandillas, niñas y adolescentes obligadas a prostituirse como prepago. Las mal llamadas Bacrim ofrecen incentivos para reclutar jóvenes y utilizarlos en robos, comercio de droga y asesinatos, intentando convertir los colegios en lugares de micro tráfico.  El área metropolitana es receptora de desplazados, reinsertados, victimarios e inversionistas internacionales en medio de un modelo cultural de liderazgo del capo o el patrón y, mientras las autoridades intentan resolver esta problemática con más fuerza policial, vigilancia y militarización y se intensifica una guerra mediática en donde se nos dice quién es el bueno y quien es malo.

La guerra y la violencia se manifiestan por falta de tierra a los campesinos, el desempleo en el campo y la ciudad, hacinamiento  y vulneraciones de derechos de los detenidos en el sistema carcelario, indigentes en las calles, el hambre que se intenta invisibilizar por los medios de comunicación, la mercantilización de la salud, la educación básica media y universitaria; la impunidad que niega justicia a las víctimas y el desalojo de personas para hacer avenidas para el TLC. Además la violencia intrafamiliar y asesinatos contra las mujeres se manifiesta en lo cotidiano, lo cual no se atiende ni resuelve, ya que aún  reproducimos modelos educativos que se sustentan en la violencia y en la imposición relaciones autoritarias y patriarcales.

Acumulados e iniciativas por la salida negociada al conflicto social y armado  y la búsqueda de la paz

Entendemos la paz como proceso y su construcción es desde el pueblo, de los ciudadanos, de la gente, de las víctimas, en el barrio y en la vereda, con el prerrequisito de la verdad y justicia para las víctimas, por medio de la educación y la organización de las comunidades constructoras y protagonistas desde los procesos sociales y de participación ciudadana. Trabajamos por una solución  política negociada para poder detener la confrontación armada y propiciar espacios de dialogo con todos los actores involucrados en el conflicto, tenemos indignación, voluntad y somos un remanente de  ética popular, somos la mayoría, somos un país con una gran diversidad cultural y  gran riqueza, por lo que afirmamos que la llave de la paz la tiene el pueblo.
Nos proponemos fortalecernos desde los barrios, localidades y comunidades, movilizándonos, encontrándonos, concentrándonos, desarrollando comisiones que trabajen desde abajo y bajo nuevas metodologías y formas organizativas. Contamos con sectores de iglesias que han cambiado la visión y están buscando insertarse en la realidad de las comunidades empobrecidas y con personas y sectores solidarios en el mundo, y trabajamos para ampliar este espacio y convocar muchos más sectores, organizaciones y personas que compartan esta proclama, por la solución política al conflicto social y armado y la paz en Colombia.
Proponemos a la  población  del Atlántico desarrollar múltiples actividades y movilizaciones para hacer de ella, con sus dinámicas e iniciativas, la protagonista de este propósito; llamamos a desarrollar múltiples escenarios y foros por la paz como  espacios de dialogo en los barrios, en la veradas y con las autoridades.
Validamos y nos comprometemos con las iniciativas por la solución política y la paz en Colombia, que vienen tomando fuerza nivel nacional como la Constituyente por la Paz y  el Congreso de Paz y trabajaremos por la articulación con ellos.
Estamos por la más amplia articulación en la perspectiva de trabajar por la construcción en el Departamento del Atlántico de la coordinadora de organizaciones sociales y políticas y como aporte en este proceso  nos constituimos en:
ESPACIO DEPARTAMENTAL DE SECTORES SOCIALES Y DERECHOS HUMANOS
POR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA  Y LA PAZ EN COLOMBIA
 
Las organizaciones y sectores sociales que participaron y subscriben esta declaración son: Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, el Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado, la Red Ecuménica de Colombia, el CPDH, ANDESCOL, FCSPP, ACEU, Marcha Patriótica, PCC, AFUSODO, Iglesia Presbiteriana, Iglesia Anglicana, SERPAJ, Iglesia Menonita, OIDHPAZ-CUR, sector profesores Universidad del Atlántico, sector estudiantil, sectores de Ediles, sector docente, sector de abogados, CEDERHNOS, sector de artistas, Congreso de los Pueblos, Minga Caribe, PDA, sector estudiantil, Movimiento UP.