PROCLAMA
POR UNA SALIDA
POLÍTICA AL CONFLICTO SOCIAL Y ARMADO Y
LA BÚSQUEDA DE LA PAZ EN COLOMBIA.
Diversas
organizaciones y sectores sociales que representamos procesos de organización
comunitaria, cultural, política, de educación, eclesial, de defensa de los
derechos humanos, y búsqueda de la paz del Atlántico y víctimas de crímenes de
Estado, nos reunimos el viernes 27 de
julio de 2012 en la ciudad de Barranquilla, para reflexionar sobre los desafíos
que tenemos ante la urgente necesidad de una salida negociada al conflicto
armado y la búsqueda de la paz en Colombia. Durante nuestro encuentro, hemos
hecho un diagnóstico de las formas como se vive el conflicto, y las diferentes
manifestaciones de las violencias en el Departamento; compartimos las diversas
iniciativas de paz que se vienen realizando a nivel nacional, regional y local
y, decidimos constituirnos en espacio departamental de sectores sociales y
derechos humanos por la salida política al conflicto armado y la búsqueda de la
paz en Colombia.
El conflicto y las violencias en el departamento del
Atlántico
El
conflicto armado en Colombia, que tiene antecedentes en los últimos 40 años,
hoy se enmarca en un contexto global de intereses del capital transnacional que
presenta a Barranquilla y al Departamento como capital del TLC. La ciudad es
adecuada para ser vendida a los grupos económicos internacionales que unidos a
los nacionales, buscan que los ciudadanos paguemos las obras de infraestructura
para el comercio, con impuestos como el de valorización II, con antecedentes
como la privatización de las empresas que eran de servicio público y patrimonio
de la ciudad.
El
Departamento es víctima de la guerra atípica que vive Colombia, ésta se
manifiesta en el campo en la confrontación armada entre el ejército y la
guerrilla, bases militares con presencia de los Estados Unidos en nuestros
Municipios, donde se coordinan operaciones de guerra en la Región, mientras en
la ciudad y zonas urbanas se palpa la inseguridad por la acción y control de grupos
paramilitares que sirven a intereses políticos y económicos; robos, atracos en
los buses y alrededores de colegios, asesinatos entre 6 y 8 personas en los
fines de semana, limpieza social, enfrentamiento entre pandillas, niñas y
adolescentes obligadas a prostituirse como prepago. Las mal llamadas Bacrim
ofrecen incentivos para reclutar jóvenes y utilizarlos en robos, comercio de
droga y asesinatos, intentando convertir los colegios en lugares de micro
tráfico. El área metropolitana es receptora
de desplazados, reinsertados, victimarios e inversionistas internacionales en
medio de un modelo cultural de liderazgo del capo o el patrón y, mientras las
autoridades intentan resolver esta problemática con más fuerza policial,
vigilancia y militarización y se intensifica una guerra mediática en donde se
nos dice quién es el bueno y quien es malo.
La
guerra y la violencia se manifiestan por falta de tierra a los campesinos, el
desempleo en el campo y la ciudad, hacinamiento
y vulneraciones de derechos de los detenidos en el sistema carcelario, indigentes
en las calles, el hambre que se intenta invisibilizar por los medios de
comunicación, la mercantilización de la salud, la educación básica media y
universitaria; la impunidad que niega justicia a las víctimas y el desalojo de
personas para hacer avenidas para el TLC. Además la violencia intrafamiliar y
asesinatos contra las mujeres se manifiesta en lo cotidiano, lo cual no se
atiende ni resuelve, ya que aún reproducimos
modelos educativos que se sustentan en la violencia y en la imposición
relaciones autoritarias y patriarcales.
Acumulados e
iniciativas por la salida negociada al conflicto social y armado y la búsqueda de la paz
Entendemos la
paz como proceso y su construcción es desde el pueblo, de los ciudadanos, de la
gente, de las víctimas, en el barrio y en la vereda, con el prerrequisito de la
verdad y justicia para las víctimas, por medio de la educación y la
organización de las comunidades constructoras y protagonistas desde los procesos
sociales y de participación ciudadana. Trabajamos por una solución política negociada para poder detener la
confrontación armada y propiciar espacios de dialogo con todos los actores
involucrados en el conflicto, tenemos indignación, voluntad y somos un
remanente de ética popular, somos la
mayoría, somos un país con una gran diversidad cultural y gran riqueza, por lo que afirmamos que la
llave de la paz la tiene el pueblo.
Nos proponemos
fortalecernos desde los barrios, localidades y comunidades, movilizándonos,
encontrándonos, concentrándonos, desarrollando comisiones que trabajen desde
abajo y bajo nuevas metodologías y formas organizativas. Contamos con sectores
de iglesias que han cambiado la visión y están buscando insertarse en la
realidad de las comunidades empobrecidas y con personas y sectores solidarios
en el mundo, y trabajamos para ampliar este espacio y convocar muchos más
sectores, organizaciones y personas que compartan esta proclama, por la
solución política al conflicto social y armado y la paz en Colombia.
Proponemos a
la población del Atlántico desarrollar múltiples
actividades y movilizaciones para hacer de ella, con sus dinámicas e
iniciativas, la protagonista de este propósito; llamamos a desarrollar múltiples
escenarios y foros por la paz como
espacios de dialogo en los barrios, en la veradas y con las autoridades.
Validamos y nos
comprometemos con las iniciativas por la solución política y la paz en
Colombia, que vienen tomando fuerza nivel nacional como la Constituyente por la
Paz y el Congreso de Paz y trabajaremos
por la articulación con ellos.
Estamos por la
más amplia articulación en la perspectiva de trabajar por la construcción en el
Departamento del Atlántico de la coordinadora de organizaciones sociales y
políticas y como aporte en este proceso
nos constituimos en:
ESPACIO
DEPARTAMENTAL DE SECTORES SOCIALES Y DERECHOS HUMANOS
POR UNA SOLUCIÓN
POLÍTICA Y LA PAZ EN COLOMBIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario