www.unireformada.edu.co

domingo, 9 de diciembre de 2012

ENCUENTRO INTERNACIONAL CONCLUYE CON EL COMPROMISO DE CONSTRUIR MOVIMIENTO SOCIAL POR LA PAZ EN COLOMBIA

Los más de 700 participantes del Encuentro Internacional “Pueblos Construyendo Paz”, que se reunieron en la Universidad Nacional en Bogotá, Colombia los días 4 al 6 de diciembre de 2012 concluyeron con una declaración en la que se comprometen en la tarea de la edificación y fortalecimiento del Movimiento Social por la Paz con Justicia Social, donde se recojan y reconozcan las múltiples apuestas, propuestas, tradiciones, espiritualidades y acumulados logrados en la diversidad de procesos y luchas por la paz en Colombia. Como parte de este compromiso se afirmó la importancia de fortalecer la hermandad con pueblos europeos y americanos que son solidarios con la búsqueda de la paz en Colombia. También se afirmó el compromiso decidido en la construcción de la Agenda Social para la Paz, que incluya problemáticas sociales, económicas, culturales y ambientales, la cual se transforme en una apuesta colectiva de país, forjada desde la diversidad y la pluralidad.

Las iglesias y el movimiento ecuménico de Colombia e internacional tuvieron una amplia y activa participación, que incluyó cerca de 100 personas de diferentes expresiones eclesiales, ecuménicas y países de la región. Además, en el panel de los sectores sociales presentaron un documento donde muestran la forma como las iglesias han estado involucradas en las construcción de la paz en Colombia en los últimos 20 años, hacen propuestas de cómo hacer posible la paz, como fruto de la justicia de acuerdo a lo que enseña el evangelio y se comprometen a ser parte y aportar en la construcción de un amplio movimiento social y eclesial por la paz. En esta perspectiva anunciaron la realización durante el 2013 de un Encuentro Nacional de Iglesias por la Paz en Colombia.

En la foto un grupo de personas del sector de iglesias que participaron en el encuentro. Ver el documento de las iglesias presentado en el panel de los sectores sociales en: http://oidhpaz.blogspot.com/2012/12/aporte-de-las-iglesias-el-encuentro.html  y la declaración política final en: http://pueblosconstruyendopaz.org/?page_id=432

Milton Mejía. OIDHPAZ y Observatorio Ecuménico de ALC.

APORTE DE LAS IGLESIAS EL ENCUENTRO "PUEBLOS CONSTRUYENDO PAZ"


PUEBLOS CONSTRUYENDO PAZ
Encuentro Internacional POR LA SOLUCION POLÍTICA Y LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL
Bogota 4, 5 y 6 de diciembre de 2012
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

“Panel de análisis y apuestas de unidad en la perspectiva de la construcción de la paz y la solución política del conflicto social y armado”

PRESENTACION DEL SECTOR: IGLESIAS POR LA PAZ (ASOCIACIÓN CRISTIANA MENONITA POR  LA PAZ Y ACCIÓN NO VIOLENTA “JUSTAPAZ”, FUNDACIÓN MENCOLDES, COMISIÓN DE PAZ DEL CONSEJO EVANGÉLICO DE COLOMBIA CEDECOL, MESA CLAI COLOMBIA, RED ECUMÉNICA DE COLOMBIA)
 
Introducción[1]

Los sectores de Iglesias que participamos en este encuentro saludamos a los y las representantes de los procesos nacionales y las delegaciones internacionales, de organizaciones sociales y políticas, que desde ayer estamos dialogando con el objetivo de articular estrategias y agendas que nos permita hacer realidad la paz en Colombia.

El identificarnos como iglesias por la paz tiene una intencionalidad que deseamos resaltar. En primer lugar decir que en este país no hay una solo iglesia sino muchas iglesias. En segundo lugar reconocer que las iglesias no hemos sido ajenas a el conflicto armado y político, que hemos vivido desde mediado del siglo pasado. No deseamos hacer un recuento histórico pero si recordar que las iglesias han sido actoras activas del conflicto, algunas veces ligadas a poder, algunos sectores de ellas han hechos opciones por fuera del poder oficial y en muchas ocasiones su silencio la ha hecho participe de este de alguna manera.

Por esta razón tenemos que aclarar que las iglesias o los sectores de ellas que hacemos parte de iglesias por la paz somos parte de un proceso de más de 20 años que hemos venido reflexionando e intentando desarrollar iniciativas de paz en las diferentes regiones de nuestro país. No hemos desarrollados estas iniciativas solos sino que hemos estado apoyados por iglesias hermanas de Norte América, Europa y organismos ecuménicos como el CMI, el CLAI, CREAS y hoy la Acción Conjunta de las Iglesias (ACT Alianza). Como parte de este apoyo el CLAI y el CMI que realizan sus asambleas durante el 2013 han incluido la búsqueda de la paz en Colombia como un gesto concreto de solidaridad y en sus oraciones que piden al Dios de la vida que nos conduzca a la justicia y la paz.

Desde esta experiencia y perspectiva deseamos hacer nuestro aporte en este encuentro y para esto vamos a seguir la guía que ha propuesto el equipo organizador.    

Alcance y limitaciones del proceso actual de paz.
Quienes representan nuestras iglesias y los procesos ecuménicos de los cuales hacemos parte, celebraron el anuncio de los diálogos entre el gobierno del presidente Santos y la FARCs. En estas declaraciones además se enfatizó la importancia que el ELN se uniera a este proceso o iniciara un dialogo similar con el gobierno. En esta perspectiva para las iglesias es urgente que el gobierno y las guerrillas lleguen a acuerdo para poner fin al conflicto armado que hemos vivido y sufrido en Colombia. Pero para nosotros es claro que con este acuerdo no se lograra la paz. En la carta pastoral de los y las líderes de iglesias y del movimiento ecuménico que hicimos publica en junio de este año, afirmamos que la paz  la entendemos “como un proceso, esto significa, que la paz no es producto de un decreto, no es silencio de fusiles, desmovilización, no se divide en conflicto y pos conflicto, no es un acuerdo entre los armados. La paz es un camino donde se deconstruyen los imaginarios de la violencia y del abuso del poder que tenemos instaladas en nuestras mentes y en las estructuras sociales. Esto necesita ser transformado por formas de pensar y vivir que sean alternativas, como las del buen vivir y la búsqueda de justicia plena para los seres humanos y toda la creación de Dios”.[2]
En esta perspectiva, creemos que para logar la paz es necesario constituirnos en actores o sujetos políticos como sociedad civil y nosotros como sectores de iglesias con una identidad de fe participar de manera activa en ellos. Esto significa que apoyamos que las guerrillas y el gobierno lleguen a un acuerdo para poner fin a la confrontación armada pero no delegamos en ninguno de ellos la construcción de la paz. Como iglesias y movimiento ecuménico que somos parte de la sociedad civil reclamamos estar presentes en todos los escenarios de construcción de paz ya que esta no se puede construir con modelos clásicos de negociación entre los armados. Se necesitan iniciativas creativas e innovadoras, desde las comunidades y que valoren la diversidad de experiencias, propuestas, formas de hacer posible y de participar en la búsqueda de la paz.
Perspectivas y estrategias de construcción de paz.
Las afirmaciones anteriores son producto del trabajo de más de 20 años donde las mismas iglesias y organizaciones ecuménicas hemos tenido que aprender que la diversidad de experiencias y de pensamiento es fuente de esperanza y creatividad en el trabajo por la paz. Esto lo comprobamos en la cumbre de las iglesias evangélicas por la paz que se realizo en San Andrés en febrero de 2006, cuando al compartir experiencias constamos que a través de la oración y de un trabajo silencioso desde hace muchos años, la iglesia cristiana evangélica ha vendido sembrando semillas de paz y bienestar para nuestro país, a nivel local. Esto mediante  una diversidad de ministerios y proyectos eclesiales con los cuales se han logrado transformar vidas y comunidad, sirviendo a la sociedad con escuelas y colegios; en la recuperación de drogadictos; en ministerios juveniles: mediante la dignificación de la mujer; en la formación de liderazgo; con trabajos en salud y en otros ministerios sociales.[3] Otras comunidades cristianas han trabajado con personas víctimas  del desplazamiento, en resolución de conflictos, desarrollo y organización comunitaria, educación para la paz, objeción de conciencia al requisito militar obligatorio, derechos humanos, acompañamiento a comunidades que retornan a sus tierras, búsqueda de justicia, reparación e incidencia política. Todo esto a partir de una perspectiva bíblica, que la paz es fruto de la justicia y del respeto a la dignidad humana donde intervienen la reconciliación, el perdón, la paciencia, el servicio y amor al prójimo.

Propuesta de agenda común para la solución política.
Desde nuestra experiencia y perspectiva de fe creemos que para aportar en hacer posible una paz duradera en Colombia necesitamos trabajar una agenda y de manera articulada en los siguientes aspectos:
Es prioritario que trabajamos para que tanto el gobierno, como la FARCs se comprometan un cese bilateral de la confrontación armada. Esto contribuiría a mejorar la seguridad de las comunidades que viven en medio del conflicto y daría más confianza a la sociedad que se está dialogando para poner fin al conflicto armado y no para obtener ganancias políticas.
En la construcción de una cultura de convivencia en paz. Estos es empezar a desarrollar procesos de deconstrucción de los imaginarios sociales donde se sustenta la violencia, toda forma de exclusión, el abuso del poder y recuperar-proponer imaginarios culturales y sociales donde primen las relaciones de convivencia, reconciliación, perdón, paz y  en justicia entre los seres humanos y con naturaleza. En esta perspectiva necesitamos que se den garantías a la oposición política y trabajar en como serian las relacione entre víctimas y victimarios en una sociedad que desea vivir en paz.
Otro aspecto que necesitamos profundizar y ampliar es la participación de los y las ciudadanas en los procesos sociales, políticos y en la decisiones económicas que nos afectan como sociedad. En otras palabras necesitamos pasar de la democracia del voto por personas-candidatas, a la participación y la toma decisión ciudadana en asuntos sociales y económicos.
Para las iglesias la paz es fruto de la justicia, pero la justicia solo se puede lograr a partir del respeto a la dignidad humana y de la protección de los derechos humanos. Hoy tenemos el desafío de ampliar esta perspectiva de los derechos humanos a los derechos de la naturaleza y de las comunidades que viven ligadas a sus territorios ancestrales y comunitarios. En esta perspectiva tenemos que trabajar para que los derechos humanos y los emergentes derechos de la naturaleza sean de pleno respeto y vigencia en nuestro país.
Un aspecto sobre el que hemos venido reflexionando las iglesias es la urgencia de buscar alternativas al actual modelo económico que genera violencia contra los seres humanos y la naturaleza, el cual se impone en Colombia en las últimas décadas y hoy está en crisis a nivel global. Las iglesias y el movimiento ecuménico al analizar este sistema económico hemos encontrado que “estamos ante un modelo de economía que pretende controlar toda la vida y ocupar el lugar de Dios para no tener quien le ponga límites. Este sistema engaña incluso a muchos cristianos que lo adoran y le sirven como si fuera el Dios de la tradición Bíblica. Su centro es una economía de mercado con el principio que el capital está por encima de la dignidad humana, del trabajo y del cuidado de la naturaleza. Esté modelo tiene crisis cíclicas pero tiene la capacidad de rehacerse y mostrarse como único y eterno. Es un sistema que produce idolatría ya que exige sacrificios y víctimas con el engaño de producir prosperidad y salvación”.[4]
Para finalizar deseamos reafirmar que las iglesias tenemos presencia en todos los rincones del país. Somos testigos presenciales y víctimas de la violencia y la dureza del conflicto, también hemos generado esperanza. Por esto creemos que tenemos un lugar clave en la transformación de nuestra realidad. Ante esta situación nuestro compromiso como personas y comunidades de fe, que creemos en el evangelio como buenas nuevas de paz, el cual entendemos como inclusivo, que valora la diversidad como fuerza creativa para la convivencia y la búsqueda de justicia, y dará como fruto abundante la paz para todas las personas y comunidades en Colombia.
De acuerdo con estamos comprometidos como sector de iglesias en la construcción de un amplio movimiento donde estemos presentes quienes anhelamos un nuevo día donde todos, todas y en especial los excluidos participemos en la construcción de la paz en nuestro país durante los próximos años. 
Universidad Nacional. Bogotá, 5 de diciembre de 2012.


[1] Documento elaborado por Milton Mejía con aportes de Jenny Neme, Ricardo Pinzón y Humberto Shikiya.
[2][2]Carta pastoral de líderes y lideresas de Iglesias y del movimiento ecuménico por la paz en Colombia. 27 y 28 de junio. Bogotá.
[3] Primera Cumbre Nacional de la Iglesia Cristiana Evangélica por la paz de Colombia. CEDECOL. San Andrés, febrero de 2006.
[4] Declaración del panel en las Cumbre de los Pueblos. Cartagena, 13 de abril de 2012.

lunes, 15 de octubre de 2012

POR UNA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL


DECLARACION POLITICA
NOS MOVILIZAMOS POR UNA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL
 Barranquilla, octubre 8 de 2012

1.      Las organizaciones  articuladas, confluyentes e integrantes del ESPACIO DEPARTAMENTAL DE SECTORES SOCIALES Y DERECHOS HUMANOS POR UNA SOLUCION POLITICA Y LA PAZ EN COLOMBIA, saludamos con expectativa, optimismo y esperanza el proceso de dialogo e instalación  de la mesa  de  negociación política planteada por el Gobierno Nacional y los grupos insurgentes, respaldamos este escenario de salida política al conflicto,  que posibilite afrontar las principales problemáticas sociales, políticas, económicas, culturales, ambientales y militar, en la perspectivas de alcanzar colectivamente un acuerdo político, de cambios y  transformaciones sociales, que de vía a la superación de los problemas  estructurales, como principal reclamo y anhelo  de la sociedad colombiana, para la terminación  del conflicto  social y armado, y abra los caminos hacia la construcción de la democracia y una paz estable y duradera.

2.      Rechazamos la intencionalidad de sectores minoritarios del país que persisten en  su discurso guerrerista afines  a sus  intereses de clase, dificultar y bloquear el proceso de negociación política y le apuestan a la aniquilación militar y la claudicación  de la insurgencia, como única vía de superación del conflicto social y armado, yendo en contravía de los empeños e intereses de las grandes mayorías que urgimos y clamamos constantemente por la paz de Colombia.

3.      Consideramos imprescindible la participación y respaldo de la Comunidad Internacional a la mesa de negociación como garantes del cumplimiento y sostenibilidad de los acuerdos.

4.      La agenda propuesta hoy por la insurgencia y el gobierno nacional, toca temas que nos compete a todo el pueblo colombiano; la reforma agraria, las garantías para el ejercicio de  la oposición  política y de la participación ciudadana, el fin mismo del conflicto armado, la lucha contra el narcotráfico y los derechos de las víctimas son temas que tienen que trabajarse de manera integral con el concurso de todas  y todos que refleje la realidad social, política y económica de nuestra sociedad.

5.      Como expresión y diversidad de sectores populares y sociales,  principales víctimas, quienes  hemos padecido este absurdo conflicto social, político y armado  por más de medio siglo, reclamamos nuestro legítimo y justo derecho a participar y vincularnos activamente en la mesa de dialogo con nuestras propuestas.

6.      Denunciamos las permanentes y sistemáticas políticas, acciones hostiles y represivas del Estado contra el movimiento social y reclamamos del Gobierno nacional, plenas garantías políticas y jurídicas, para el ejercicio soberano, político, democrático, libre y de autodeterminación  en la construcción de la agenda nacional y la movilización social de los indignados.

7.      Llamamos a la diversidad de expresiones populares y sociales, a exigir nuestro derecho constitucional a la paz, participar  activamente en las MESAS TERRITORIALES POR LA PAZ (sectores de mujeres, jóvenes, trabajadores, campesinos, indígenas, afros, comunales, DDHH, eclesiales, víctimas de crímenes de estado, culturales, ambientales, desplazados entre otras) para hacer de esta iniciativa un propósito más allá de esta movilización social de respaldo a los diálogos gobierno e insurgencia,  que nos permita hacer de éste  un escenario permanente y propositivo, la construcción de  nuestra agendas de paz, como  contribución  a la construcción de una paz estable, duradera con justicia social.
 subscriben: MOVIMIENTO NACIONAL DE VICTIMAS DE CRÍMENES DE ESTADO, COORDINACIÓN COLOMBIA EUROPA ESTADOS UNIDOS, RED ECUMÉNICA DE COLOMBIA, CPDH, ANDESCOL, FCSPP, ACEU, MARCHA PATRIÓTICA, P.C.C, AFUSODO, IGLESIA PRESBITERIANA, IGLESIA ANGLICANA, SERPAJ, IGLESIA MENONITA, SECTOR PROFESORES UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, SECTOR ESTUDIANTIL, SECTORES DE EDILES, SECTOR DOCENTE, SECTOR DE ABOGADOS, CEDERHNOS, SECTOR DE ARTISTAS, CONGRESO DE LOS PUEBLOS, MINGA CARIBE, P.D.A, JUVENTUD COMUNISTA COLOMBIANA. SECTOR ESTUDIANTIL, COORDINACIÓN SOBREVIVIENTES UP. FUNDACIÓN CRISTHOS PAX. CONFLUENCIA DE MUJERES. OIDHPAZ-CUR. FUNDACIÓN AMILCAR GUIDO. FORO COSTA ATLÁNTICA, FUNDACIÓN INFANCIA FELIZ, RED JUVENIL DEL SUROCCIDENTE DE BARRANQUILLA. HIJOSE HIJAS POR LA MEMORIA Y CONTRA LA IMPUNIDAD, FANFARRIA CULTURAL, APRODEFA, FUNDEMOCRACIA, COLECTIVOS DE VÍCTIMAS PROFUTURO, DE LOS ANGELES, LA PRADERA, ANDAS, MUJERES AL DERECHO, PODER Y UNIDAD POPULAR P.U.P, GESTORES DE PAZ, ASOCIACIÓN NACIONAL DE ESTUDIANTES DE SECUNDARIA ANDES.

jueves, 20 de septiembre de 2012

LA PAZ SE CONSTRUYE CON EL PUEBLO

Barranquilla, septiembre de 2011
LA PAZ SE CONSTRUYE CON EL PUEBLO
Diversas organizaciones y sectores sociales que representamos procesos de organización comunitaria, cultural, política, de educación, eclesial, de defensa de los derechos humanos, victimas de crímenes de Estado y búsqueda de la paz en el Atlántico, aglutinadas en el espacio departamental de sectores sociales y de derechos humanos por una salida política al conflicto social y armado y  la paz en Colombia, saludamos con beneplácito la actitud y decisión de las Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia ejercito del pueblo (FARC-EP) y del Gobierno Nacional de Juan Manuel Santos Calderón, en allanar los caminos necesarios en un proceso de dialogo encaminado a la superación del conflicto social y armado y la consecución de la paz, como también recibimos con esperanza el  anuncio del Ejército de Liberación Nacional (ELN),  de estar abiertos por encontrar un espacio para un dialogo abierto y sin condiciones y comenzar a discutir los grandes problemas del país; aspectos que consideramos deben confluir en una mesa única de conversaciones, con participación activa y concreta en ella de la población civil, sectores sociales y populares.
El ya largo Conflicto político, social y armado por el que viene atravesando nuestro país por más de 50 años, requiere efectivamente este proceso de dialogo y encuentros que ponga fin a la guerra; permitiendo transitar hacia una verdad, justicia y reparación integral a las victimas de la misma. En este sentido creemos y estamos convencidos como población y sociedad civil organizada, que el tema de la paz no es una cuestión aislada del pueblo, que somos precisamente nosotros los que estamos llamados a la construcción de ésta, que es un anhelo histórico e inquebrantable; que no solo es un problema de la confrontación armada, sino de las desigualdades  e injusticias sociales a las que vienen sometidos millones y millones de colombianos y colombianas, donde cada día crece mas la franja de pobres e indigentes, por aplicación de políticas neoliberales y privatizadoras que golpean a los sectores  mas vulnerados de nuestra sociedad, siendo así, no podemos pensar en paz, ni hablar de paz, si no se parte por reconocer y buscar soluciones al conflicto social en el que nos encontramos, entendiendo que la paz es una cuestión de toda la sociedad.

Desde el espacio departamental de sectores sociales y de derechos humanos por una salida política al conflicto social y armado  y la paz en Colombia, invitamos a toda la comunidad y a las organizaciones políticas, sociales, de mujeres, de víctimas y derechos humanos a unirnos en una sola voz que alce el clamor por la paz con reformas estructurales, con garantías y respeto a los derechos humanos, donde los 5 puntos con los que se inicia la agenda de diálogos (Reforma agraria, garantías para el ejercicio de la oposición política y de  la participación ciudadana, el fin mismo del conflicto armado, la lucha contra el narcotráfico y los derechos de las victimas) sean temas discutidos desde lo territorial, local y departamental, que permitan generar propuestas desde las reivindicaciones mas sentidas, solo así es posible la construcción de un país democrático, soberano, con paz y justicia social.

 

ESPACIO DEPARTAMENTAL DE SECTORES SOCIALES Y DERECHOS HUMANOS
POR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA Y LA PAZ EN COLOMBIA
Las organizaciones y sectores sociales que participaron y subscriben de este pronunciamiento: COORDINACIÓN COLOMBIA EUROPA ESTADOS UNIDOS, MOVIMIENTO NACIONAL DE VICTIMAS DE CRÍMENES DE ESTADO, RED ECUMÉNICA DE COLOMBIA, CPDH, ANDESCOL, FCSPP, ACEU, MARCHA PATRIÓTICA, P.C.C, AFUSODO, IGLESIA PRESBITERIANA, IGLESIA ANGLICANA, SERPAJ, IGLESIA MENONITA, SECTOR PROFESORES UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, SECTOR ESTUDIANTIL, SECTORES DE EDILES, SECTOR DOCENTE, SECTOR DE ABOGADOS, CEDERHNOS, SECTOR DE ARTISTAS, CONGRESO DE LOS PUEBLOS, MINGA CARIBE, P.D.A, JUVENTUD COMUNISTA COLOMBIANA. SECTOR ESTUDIANTIL, COORDINACIÓN SOBREVIVIENTES UP. FUNDACIÓN CRISTHOS PAX. CONFLUENCIA

domingo, 9 de septiembre de 2012

DESAFIOS Y APRENDIZAJES PARA APORTAR A LA PAZ EN COLOMBIA

Por: Milton Mejía, del Observatorio Ecuménico OIDHPAZ-CUR y Coordinador del Programa FES del CLAI.

En comunicaciones separadas, haciendo referencia a Mateo 5:9, la Iglesia Católica, por medio del Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y las iglesias protestantes, evangélicas y sectores ecuménicos en Colombia a través de una declaración donde firman más de 20 de sus representantes, han celebrado y manifestado la esperanza que es posible la paz por medio del dialogo en Colombia. En las declaraciones se afirma:
“Convencidos de que el diálogo es el único camino posible para obtener la paz, los Obispos de Colombia recibimos con alegría y esperanza el anuncio del señor Presidente de la República sobre conversaciones exploratorias con las fuerzas insurgentes para establecer las bases de un proceso de paz que pueda conducirnos, con la ayuda de Dios, a poner fin al conflicto armado”.[1]
Por su partes, iglesias protestantes y evangélicas agrupadas en la Mesa CLAI, la Comisión de Paz de CEDECOL y la Red Ecuménica en Colombia manifestaron: “Este anuncio nos produce esperanza que es que posible detener la confrontación armada que hemos vivido en Colombia por cerca de 50 años, y lo vemos como una respuesta de Dios a nuestra oraciones, donde por muchos años hemos pedido que su Espíritu de paz permita construir espacios de diálogos para resolver los conflictos por medios no violentos y hacer posible la paz como fruto de la justicia y del respeto a la dignidad humana, como lo anuncia el evangelio”.[2]
Estas declaraciones que contienen el mismo espíritu del evangelio de paz, el anhelo de los colombianos y colombianos que buscan poner fin al conflicto, así como las oraciones y el clamor por la paz que viene creciendo entre los colombianos, nos desafían como cristianos e iglesias para que intentemos aportar en detener el conflicto armado y sentar las bases de una paz donde se superen todas las formas de violencia, se proteja la dignidad humana y se cuide la vida en todas sus manifestaciones en nuestro país.
Para que los cristianos, las iglesias y el movimiento ecuménico podamos aportar en hacer posible la paz, creo que necesitamos afirmar el concepto bíblico-teológico de ella y aprender de las experiencias de procesos de negociación en otras regiones del mundo donde el movimiento ecuménico ha participado. En relación a la perspectiva bíblico-teológica, es bueno tener en cuenta el llamamiento a una paz justa que hizo la Convocatoria Internacional Ecuménica por la Paz en Jamaica. Esta afirma: “Dentro de las limitaciones de la lengua y el intelecto, proponemos que la paz justa sea comprendida como un proceso colectivo y dinámico pero arraigado de liberación de los miedos y carencias de los seres humanos, de superación de la animadversión, la discriminación y la opresión, y de establecimiento de condiciones para unas relaciones justas que privilegien la experiencia de los más vulnerables y respeten la integridad de la Creación”. [3]
Este llamamiento presenta la búsqueda de la paz como un camino y  viaje difícil ya que la violencia y la guerra dividen profundamente a las comunidades. Por esta razón “quienes han estereotipado y demonizado a sus adversarios necesitarán apoyo y acompañamiento a largo plazo para salir de su estado y curarse. Reconciliarse con los enemigos y restablecer relaciones rotas es un proceso largo y un objetivo necesario. En un proceso de reconciliación ya no hay los que tienen poder y los que no, los superiores y los inferiores, los poderosos y los insignificantes.” En esta perspectiva se afirma que los acuerdos de paz son a menudo precarios, provisionales, inadecuados y que reparar el daño de la guerra y la violencia puede llevar más tiempo que el conflicto que lo causó. Pero el logro de la paz a lo largo del camino, aunque sea imperfecta, es una promesa de las grandes cosas que nos esperan como sociedad.
También, el llamamiento afirma que las “escrituras nos enseñan que la humanidad es creada a semejanza de Dios y bendecida con dignidad y derechos. El reconocimiento de esa dignidad y esos derechos es uno de los puntos clave de nuestra comprensión de la paz justa. Afirmamos que los derechos humanos universales constituyen el instrumento legal internacional indispensable para proteger la dignidad humana. Para ello, consideramos que es necesario que los Estados tengan la responsabilidad de asegurar el imperio de la ley y garantizar tanto los derechos civiles y políticos, como los derechos económicos, sociales y culturales.”
Con esta perspectiva bíblico-teológica que ha sido construida desde la diversidad de muchas experiencias de búsqueda de paz donde iglesias y sectores ecuménicos hemos participado, creo que es bueno resaltar los siguientes desafíos y aprendizajes que tenemos de cara al proceso de dialogo y negociación política que se anuncia en Colombia: 
Para los sectores de iglesias y ecuménicos que participaron en los procesos de paz en Centro América y hemos venido involucrados e intentando aportar en hacer posible la paz en Colombia es claro que esta no se logrará solo con detener el conflicto armado o lograr la desmovilización de los guerrilleros. Aunque es  necesario reconocer que esto es urgente para evitar que siga aumentando la crisis humanitaria, las victimas, la muerte de civiles y combatientes, ya que todos somos parte del pueblo colombiano.
Para hacer posible la paz necesitamos entender que esta es un proceso de construcción de la sociedad que deseamos como colombianos y colombianas. La paz en esta perspectiva es como un camino que construimos durante el viaje. Para construir este camino y andar por él tenemos los referentes del respeto a la dignidad humana, a la diversidad cultural, a la autonomía de los pueblos y al cuidado de la creación de Dios. Esto en un contexto internacional donde adquiere importancia el derecho internacional de los derechos humanos y el cuidado de la naturaleza.
Si bien habrá comisiones de diálogos y negociación con representantes del gobierno y las guerrillas, están serán para detener el conflicto ya que para la construcción de la paz se necesita que haya participación y aportes de todos los sectores de la sociedad en colombiana. En esta perspectiva como iglesias y sectores ecuménicos en Colombia, con acompañamiento de nuestras iglesias hermanas y la comunidad ecuménica internacional necesitamos seguir preparándonos para aportar a la paz en Colombia.
Como he venido afirmando la paz en Colombia es un camino por construir, para trazar buenos caminos se necesita la participación de muchos caminantes. Andar y viajar por caminos que están por construir no es fácil por lo que se necesita estar comprometido con el horizonte donde deseamos llegar. Nosotros como iglesias y sectores ecuménicos en Colombia con el acompañamiento internacional podemos ser parte de estos caminantes que hacemos camino y aportamos desde nuestro horizonte, el cual es el evangelio de la paz que trae vida abundante a los seres humanos.
Barranquilla, 4 de septiembre de 2012.         
Publicado en: http://www.alcnoticias.net/interior.php?lang=687&codigo=22738&format=columna


domingo, 2 de septiembre de 2012

PROCLAMA POR UNA SOLUCION POLITICA Y PAZ DE SECTORES SOCIALES DEL ATLANTICO

Barranquilla, Agosto de 2012.
PROCLAMA

POR UNA SALIDA POLÍTICA AL CONFLICTO SOCIAL Y  ARMADO Y LA BÚSQUEDA DE LA PAZ EN COLOMBIA.

Diversas organizaciones y sectores sociales que representamos procesos de organización comunitaria, cultural, política, de educación, eclesial, de defensa de los derechos humanos, y búsqueda de la paz del Atlántico y víctimas de crímenes de Estado, nos reunimos el  viernes 27 de julio de 2012 en la ciudad de Barranquilla, para reflexionar sobre los desafíos que tenemos ante la urgente necesidad de una salida negociada al conflicto armado y la búsqueda de la paz en Colombia. Durante nuestro encuentro, hemos hecho un diagnóstico de las formas como se vive el conflicto, y las diferentes manifestaciones de las violencias en el Departamento; compartimos las diversas iniciativas de paz que se vienen realizando a nivel nacional, regional y local y, decidimos constituirnos en espacio departamental de sectores sociales y derechos humanos por la salida política al conflicto armado y la búsqueda de la paz en Colombia.
El conflicto y las violencias en el departamento del Atlántico
El conflicto armado en Colombia, que tiene antecedentes en los últimos 40 años, hoy se enmarca en un contexto global de intereses del capital transnacional que presenta a Barranquilla y al Departamento como capital del TLC. La ciudad es adecuada para ser vendida a los grupos económicos internacionales que unidos a los nacionales, buscan que los ciudadanos paguemos las obras de infraestructura para el comercio, con impuestos como el de valorización II, con antecedentes como la privatización de las empresas que eran de servicio público y patrimonio de la ciudad.

El Departamento es víctima de la guerra atípica que vive Colombia, ésta se manifiesta en el campo en la confrontación armada entre el ejército y la guerrilla, bases militares con presencia de los Estados Unidos en nuestros Municipios, donde se coordinan operaciones de guerra en la Región, mientras en la ciudad y zonas urbanas se palpa la inseguridad por la acción y control de grupos paramilitares que sirven a intereses políticos y económicos; robos, atracos en los buses y alrededores de colegios, asesinatos entre 6 y 8 personas en los fines de semana, limpieza social, enfrentamiento entre pandillas, niñas y adolescentes obligadas a prostituirse como prepago. Las mal llamadas Bacrim ofrecen incentivos para reclutar jóvenes y utilizarlos en robos, comercio de droga y asesinatos, intentando convertir los colegios en lugares de micro tráfico.  El área metropolitana es receptora de desplazados, reinsertados, victimarios e inversionistas internacionales en medio de un modelo cultural de liderazgo del capo o el patrón y, mientras las autoridades intentan resolver esta problemática con más fuerza policial, vigilancia y militarización y se intensifica una guerra mediática en donde se nos dice quién es el bueno y quien es malo.

La guerra y la violencia se manifiestan por falta de tierra a los campesinos, el desempleo en el campo y la ciudad, hacinamiento  y vulneraciones de derechos de los detenidos en el sistema carcelario, indigentes en las calles, el hambre que se intenta invisibilizar por los medios de comunicación, la mercantilización de la salud, la educación básica media y universitaria; la impunidad que niega justicia a las víctimas y el desalojo de personas para hacer avenidas para el TLC. Además la violencia intrafamiliar y asesinatos contra las mujeres se manifiesta en lo cotidiano, lo cual no se atiende ni resuelve, ya que aún  reproducimos modelos educativos que se sustentan en la violencia y en la imposición relaciones autoritarias y patriarcales.

Acumulados e iniciativas por la salida negociada al conflicto social y armado  y la búsqueda de la paz

Entendemos la paz como proceso y su construcción es desde el pueblo, de los ciudadanos, de la gente, de las víctimas, en el barrio y en la vereda, con el prerrequisito de la verdad y justicia para las víctimas, por medio de la educación y la organización de las comunidades constructoras y protagonistas desde los procesos sociales y de participación ciudadana. Trabajamos por una solución  política negociada para poder detener la confrontación armada y propiciar espacios de dialogo con todos los actores involucrados en el conflicto, tenemos indignación, voluntad y somos un remanente de  ética popular, somos la mayoría, somos un país con una gran diversidad cultural y  gran riqueza, por lo que afirmamos que la llave de la paz la tiene el pueblo.
Nos proponemos fortalecernos desde los barrios, localidades y comunidades, movilizándonos, encontrándonos, concentrándonos, desarrollando comisiones que trabajen desde abajo y bajo nuevas metodologías y formas organizativas. Contamos con sectores de iglesias que han cambiado la visión y están buscando insertarse en la realidad de las comunidades empobrecidas y con personas y sectores solidarios en el mundo, y trabajamos para ampliar este espacio y convocar muchos más sectores, organizaciones y personas que compartan esta proclama, por la solución política al conflicto social y armado y la paz en Colombia.
Proponemos a la  población  del Atlántico desarrollar múltiples actividades y movilizaciones para hacer de ella, con sus dinámicas e iniciativas, la protagonista de este propósito; llamamos a desarrollar múltiples escenarios y foros por la paz como  espacios de dialogo en los barrios, en la veradas y con las autoridades.
Validamos y nos comprometemos con las iniciativas por la solución política y la paz en Colombia, que vienen tomando fuerza nivel nacional como la Constituyente por la Paz y  el Congreso de Paz y trabajaremos por la articulación con ellos.
Estamos por la más amplia articulación en la perspectiva de trabajar por la construcción en el Departamento del Atlántico de la coordinadora de organizaciones sociales y políticas y como aporte en este proceso  nos constituimos en:
ESPACIO DEPARTAMENTAL DE SECTORES SOCIALES Y DERECHOS HUMANOS
POR UNA SOLUCIÓN POLÍTICA  Y LA PAZ EN COLOMBIA
 
Las organizaciones y sectores sociales que participaron y subscriben esta declaración son: Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, el Movimiento Nacional de Victimas de Crímenes de Estado, la Red Ecuménica de Colombia, el CPDH, ANDESCOL, FCSPP, ACEU, Marcha Patriótica, PCC, AFUSODO, Iglesia Presbiteriana, Iglesia Anglicana, SERPAJ, Iglesia Menonita, OIDHPAZ-CUR, sector profesores Universidad del Atlántico, sector estudiantil, sectores de Ediles, sector docente, sector de abogados, CEDERHNOS, sector de artistas, Congreso de los Pueblos, Minga Caribe, PDA, sector estudiantil, Movimiento UP.

miércoles, 29 de agosto de 2012

DIALOGOS DE PAZ EN COLOMBIA


Bogotá 28 de agosto de 2012
DECLARACION DE LAS IGLESIA SOBRE LOS DIALOGOS DE PAZ EN COLOMBIA
FELICES QUIENES CONSTRUYEN LA PAZ, PORQUE SERAN LLAMADOS HIJOS E HIJAS DE DIOS. San Mateo 5:9
Los y las representantes de las iglesias y organizaciones ecuménicas que hacemos parte de las iglesias y organismos miembros del Consejo Latinoamericano de iglesias (CLAI), la Comisión de Paz del Consejo Evangélico (CEDECOL) y de la Red Ecuménica en Colombia, celebramos y damos gracias a Dios por la noticia conocida el lunes 27 de agosto de 2012, donde se informó que el gobierno del presidente Santos y las FARC están trabajando una propuesta para iniciar diálogos por la paz, a la que se podría unir el ELN.
Este anuncio nos produce esperanza que es que posible detener la confrontación armada que hemos vivido en Colombia por cerca de 50 años, y lo vemos como una respuesta de Dios a nuestra oraciones, donde por muchos años hemos pedido que su Espíritu de paz permita construir espacios de diálogos para resolver los conflictos por medios no violentos y hacer posible la paz como fruto de la justicia y del respeto a la dignidad humana, como lo anuncia el evangelio. Lo cual implica abordar las raíces del conflicto armado para transformar las mentalidades y prácticas violentas y excluyentes.
Reconocemos que hacer posible la paz por medio del diálogo y la negociación política, no será un camino fácil, por lo que animamos a todos los miembros de nuestras iglesias, a los ciudadanos y ciudadanas para que sigamos orando y trabajando para que los interés de la guerra y los violentos no se impongan sobre los deseos y esperanzas de paz que viene creciendo en entre la mayoría de los colombianos y colombianas. Esta esperanza de paz necesita que trabajemos con paciencia y cautela para que puedan cicatrizar las heridas que han dejado tantos años de guerra.
Pedimos a nuestras familias eclesiales y al movimiento ecuménico global acompañar esta iniciativa con sus oraciones y acciones solidarias. De esta forma su experiencia en la construcción de paz en diferentes lugares del mundo, ayudara en este proceso de paz que se anuncia entre el gobierno colombiano y los grupos armados de la FARC y el ELN, donde esperamos que se incluya de manera intencional y activa la participación de la sociedad civil y las iglesias. 

Obispo luterano, Eduardo Martínez                          Pastora Menonita Isdalia Ortega        
Presidente Mesa CLAI-Colombia                                Secretaria Mesa CLAI-Colombia                    

Rev. Nilton Giese                                                  Rev.  Antonis Calvo                                                                
Secretario General del CLAI                                Red Ecuménica de Colombia

Pablo Moreno                                                                 Jenny Neme
Comisión de Paz de CEDECOL                                      Comisión de Paz de CEDECOL

Obispo Juan Alberto Cardona                                      Rev. Milton Mejía
Iglesia Metodista Colombiana                                     OIDHPAZ-CUR

Pastor Santiago Espitia Fajardo                                  Rev. Peter Stucky
Iglesia Hermandad en Cristo de Colombia                Pastor Iglesia Menonita

Rev. Diego Higuita                                                        Pastor Amilcar Ulloa
Sec. Ejecutivo Iglesia Presbiteriana                          Casa Bíblica Laureles de Medellín

Rev. Luis Fernando San Miguel                                  Pastor Edgar Castaño
Teusaquillo Territorio de paz                                     Presidente de CEDECOL

Clara Emilia Vásquez                                                    Rev. Esteban Arias
Religiosa Dominica                                                       CEDEBI

Cesar García                                                                   Andrés Alba
Sec. General Congreso Mundial Menonita              Programa DH de la IELCO

Pedro Acosta Fernández                                             Amparo Beltrán
Director Corso                                                               Directora CEPALC

Ricardo Pinzón                                                              Hilda Coronado
Director Mencoldes                                                     Hermanitas de la Asunción                                          
                                                                                         R. Católicas, Región Pacifico Andina

Rev. Jairo Suarez                                                          Pastor Álvaro Escallon
Referente Creas en Colombia                                    Presidente Federación de     iglesias del        
                                                                                        Pacto evangélico en Colombia-FIPEC

Pablo de la Vega                                                          Rev. Adelaida Jiménez
Coord. Regional PIDHDD, Ecuador                           Directora Programa Teología-CUR


Quienes deseen subscribir este comunicado favor informarlo a miltonmej@gmail.com

sábado, 30 de junio de 2012

CARTA PASTORAL DE LÍDERES Y LIDERESAS DE IGLESIAS Y DEL MOVIMIENTO ECUMÉNICO POR LA PAZ EN COLOMBIA


“DESAFIOS PARA EL MOVIMIENTO ECUMENICO ANTE UNA SALIDA NEGOCIADA AL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA”
Bogotá, Junio 27 y 28 de 2012
Quienes hemos participado en representación de las iglesias y organizaciones cristianas en el Encuentro Nacional Ecuménico de Lideres y Lideresas de Iglesias y Organizaciones Ecuménicas sobre Paz en Colombia, y la mesa ecuménica por la paz, realizado los días 27 y 28 de junio en la ciudad de Bogotá, iluminados por el Espíritu de Dios, hemos analizado desde el compromiso con el evangelio de la paz, el contexto y las tendencias del conflicto, así como las iniciativas y las posibilidades de hacer posible la paz en Colombia por medio de la negociación y el diálogo. A partir de este análisis resaltamos los siguientes aspectos:

En Colombia aun continúan dominando las políticas de guerra para la solución del conflicto, y domina la violencia como fuerza productiva y de poder. El gobierno del presidente Santos mantiene una estrategia de solución militar del conflicto pero tiene además la urgencia de lograr la paz para que avancen sus políticas centradas en las locomotoras de su plan de gobierno. Ante esta necesidad el Marco Jurídico para la Paz ofrece disminución de penas a cambio de desmovilización, así como participación política de algunos líderes de una insurgencia derrotada.  Este marco es coherente con una estrategia de solución militar. Por su parte los grupos armados ilegales han logrado reacomodar su estrategia para mantener la guerra, aunque ya no buscan la toma del poder sino ganar espacios para tener acceso a este.

Ante esta lógica militarista, vemos que la solución del conflicto no depende de los actores armados y lo que está sucediendo es que hay militarización y se está incrementando el conflicto en las zonas donde se tienen planes de desarrollo e implementación de proyectos energéticos y mineros. Para contrarrestar esta lógica hay sectores sociales que  están construyendo una ruta donde las reservas para hacer posible la paz están en la conciencia ética de la población civil, especialmente en los sectores que vienen mostrando su indignación ante la forma como se continúan degradando las diversas formas de violencia y en la fuerza organizativa de las comunidades en resistencias.  Estamos en tiempos donde hay iniciativas de paz, pero no llegamos a tener un acumulado que nos permita entrar a un nuevo periodo histórico de paz.
En esta ruta y enfoque que se está construyendo, la paz  se entiende como un proceso, esto significa, que la paz no es producto de un decreto, no es silencio de fusiles, desmovilización, no se divide en conflicto y pos conflicto, no es un acuerdo entre los armados. La paz es un camino donde se deconstruyen los imaginarios de la violencia y del abuso del poder que tenemos instaladas en nuestras mentes y en las estructuras sociales. Esto necesita ser transformado por formas de pensar y vivir que sean alternativas, como las del buen vivir y la búsqueda de justicia plena para los seres humanos y toda la creación de Dios.
Para logar la paz es necesario constituirnos en actores o sujetos políticos como sociedad civil con una identidad eclesial y de fe. Esto significa que no delegamos ni en los actores armados ilegales, ni en el gobierno la construcción de la paz. Como iglesias y movimiento ecuménico que somos parte de la sociedad civil reclamamos estar presentes en todos los escenarios de construcción de paz. La paz no se puede construir con modelos clásicos de negociación entre los armados, ya que estos están agotados. Se necesitan propuestas creativas innovadoras, desde las comunidades y que valoren la diversidad de propuestas y formas de hacer posible y de participar en la búsqueda de la paz.
Este análisis del contexto fue ampliado al compartir las siguientes experiencias de construcción de paz: Mesa Ecuménica por la Paz, JUSTAPAZ, Comisión de Paz de CEDECOL, Red Ecuménica de Colombia, Red Ecuménica de Mujeres por la Paz, CEPALC, Comunidades Eclesiales de Base, Teusaquillo Territorio de Paz, Pastoral Social de la Iglesia Católica, Movimiento Continental de Cristianos por la Paz, Colectivo Socio-Jurídico Orlando Fals Borda, Fraternidad de la Amistad. A este compartir se unieron experiencias internacionales de búsqueda de paz desarrolladas por el Consejo Mundial de Iglesias, el CLAI y la Federación Mundial Luterana, quienes han participado en procesos de paz muy significativos a nivel mundial, lo cual abre horizontes y enriquece nuestra búsqueda y construcción de paz en Colombia.
Al compartir estas experiencias valoramos que como sectores sociales de iglesias y ecuménicos tenemos una identidad y elementos comunes desde los cuales podemos hacer un gran aporte para hacer posible la paz en nuestro país. De estos aspectos destacamos:
  • Lo que nos motiva a trabajar por la paz es nuestra fe y el compromiso con el evangelio que proclama las buenas nuevas de paz a la humanidad y a toda la creación.
  • El trabajo por la paz está sustentado en experiencias de comunidades locales e iglesias que sufren las diversas formas de violencia del conflicto y buscan construir alternativas de vida desde la esperanza del evangelio.
  • La búsqueda de la paz incluye una gran diversidad de formas organizativas, estrategias y acciones que valoramos como un gran potencial para aportar al movimiento social  de paz en Colombia.
  • Los principales temas en los cuales están enfocados el trabajo por la paz son: la no violencia, los derechos humanos, la búsqueda de justicia, la incidencia, la reconciliación, el perdón, la recuperación de la memoria y el acompañamiento a las comunidades.
Ante estas experiencias e iniciativas nos sentimos llamados y llamadas por Dios para avanzar en estrategias de trabajo y en la articulación que permita tener un mayor impacto y podamos aporte al movimiento social por la  paz en Colombia de la siguiente manera:
  • Desde nuestra identidad de fe y eclesial trabajar para constituirnos en actores-sujetos sociales que trabajamos y aportamos en una salida dialogada al conflicto y en la búsqueda de paz.
  • Fortalecer el trabajo por la paz como proceso creativo, guiado por el espíritu de Dios que articula, incluye, sistematiza, acumula, aprende de la experiencia y tiene contradicciones.
  • En la formación para la paz empezar a desarrollar procesos de deconstrucción de los imaginarios bíblico-teológicos donde se sustenta la violencia, el abuso del poder y recuperar-proponer imaginarios donde primen las relaciones de paz y justicia entre los seres humanos y con la creación.
  • Ampliar la investigación, la producción, difusión, la incidencia y la visibilización de lo que hacemos y proponemos por los medios de comunicación con un lenguaje sencillo y propio de los sectores sociales y de iglesias.
  • Avanzar en la articulación del trabajo por la paz que nos permita aportar junto con el movimiento social hechos continuos o permanentes que transformen las relaciones sociales, y vayan construyendo alternativas a las estructuras políticas que mantienen las diversas formas de violencia y la guerra en Colombia.
  • Buscar la cooperación y el trabajo conjunto en las comunidades locales, en las regiones y desde estos espacios tejer las articulaciones ecuménicas nacionales e internacionales.
  • Las iglesias como parte de la sociedad civil tenemos la capacidad para construir puentes y desarrollar diálogos pastorales que ayuden a que los actores avancen en negociaciones de paz.
  • Seguir aprendiendo de las experiencias de construcción de paz donde ha participado nuestra familia ecuménica global y pedir a las iglesias y organizaciones ecuménicas internacionales, que mantengan el acompañamiento, el compartir de aprendizajes y apoyo integral en el camino común que nos anima para hacer posible en Colombia una paz que sea fruto de la justicia, como lo anuncia la biblia.
Al afirmar nuestro compromiso de fe con estos desafíos nos unimos a la indignación de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas en Colombia por la reciente reforma a la justicia, la cual modifica la constitución colombiana en beneficio de los congresistas y expresamos nuestra solidaridad con el pueblo del de Paraguay, uniéndonos al pedido de la familia ecuménica en la región para que se garantice un juicio justo al presidente Lugo y se restablezca la democracia en este hermano país.       
Los y las representantes de iglesias, organizaciones cristianas y procesos ecuménicos que participamos en este encuentro somos los siguientes:
Carmen Cecilia Alfaro D. Religiosa del Sagrado Corazón y Comisión de Justicia, Solidaridad y Paz  de la Conferencias de Religiosos de Colombia
Amparo Beltrán, CEPALC
Ricardo Pinzón, Mencoldes
Fernando Quintero Duran, CEBS y Grupos Cristianos
John Javier Torres, CEBS y Grupos Cristianos
Julia Cifuentes, CEBS y Grupos Cristianos
Andrés Alba, Iglesia Luterana, Equipo Red Ecuménica
Maritze Trigos; Hermanas de la Presentación y Mujeres Ecuménicas Constructoras de Paz
Fernando San Miguel, Iglesia Presbiteriana y Teusaquillo Territorio de Paz
Blanca Echeverry, Iglesia  Anglicana y PEAC
Francisco Duques, Obispo de la Iglesia Anglicana
Clara Vásquez, Federación de Dominicas de Colombia-FERDOC
Jenny Neme, Justapaz y Comisión de paz de CEDECOL
Monseñor Héctor Fabio Henao, Pastoral Social Iglesia Católica
Christain Mantilla, Movimiento Franciscano por la Paz
Omar Fernández. Cristianos por la Paz y Movimiento Ecuménico por la paz
Fernando Alexander San Miguel. Colectivo Socio-Jurídico Orlando Fals Borda
Oscar Quevedo, Iglesia Metodista
Olga Fonseca, Comisión de Paz de Cedecol
John Thomson, Iglesia Episcopal
Cesar Santoyo, Colectivo Socio-Jurídico Orlando Fals Borda
Ted Gaiser, Iglesia Episcopal
Sol Ángela, Movimiento Continental de cristianos por la Paz
Enrique Vijver, Proyecto de Reconciliación
Diego Pérez, SUICOL expositor de tema
Camilo González Posso; INDEPAZ, expositor de tema
Milton Mejía, CUR. Equipo, Equipo Red Ecuménica, Barranquilla
Amilcar Ulloa, Iglesia Interamericana, Fraternidad de la Amistad, Equipo Red Ecuménica, Medellín
Antonis de Jesús Calvo, Iglesia Episcopal, Equipo Red Ecuménica, Cali
Pablo Moreno, FUB, Comisión de Paz de Cedecol, Cali
Luz Milia Cárdenas, Parroquia Santa Geltrudis de Suba.
Juan Alberto Cardona, Obispo de la Iglesia Metodista, Medellín
Jesús Vargas, Moderador de la Iglesia Presbiteriana, Apartado
Rabino Richard Gamboa, Teusaquillo Territorio de paz
Martha Lesmes, CEBS y grupos cristianos
Humberto Shikiya, CREAS, apoyo metodológico
Silvio Schneider, FLM-Programa Colombia
Chris Ferguson, Iglesia Unida de Canadá y PEAC
Nilton Giesse, CLAI, por Internet
Jairo Suarez, Iglesia Luterana, CREAS