"La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes
como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden". Juan 14:27
Durante este fin de semana (15 al 18 de mayo de 2015)
iglesias de diversas tradiciones en Colombia, Estados Unidos y otros países de
la región están unidas en oración y acciones por la paz en Colombia. Estas
actividades son parte de la décima jornada de los Días de Oración y Acción por
Colombia que promovemos representantes de organizaciones cristianas que creemos
que Dios nos llama a ser constructores de paz en medio de la violencia que
estamos viviendo en Colombia por más de 50 años y las posibilidades de un
acuerdo para poner fin a esta violencia por medio de los diálogos que se
realizan en la Habana entre el gobierno colombiano y las Farcs y los que se
anuncian con el ELN.
Durante estos días las iglesias organizan tiempos de
oración, adoración, tiempos de estudio bíblicos sobre lo que significa la paz y
escuchan testimonios de personas o comunidades que trabajan en la construcción
de paz en Colombia. También en uno de estos días realizan una acción pública de
incidencia y escriben a sus gobiernos y congresos para que sus políticas y
programas se comprometan con la construcción de la paz como fruto de la
justicia y con participación de los sectores sociales, especialmente de quienes
son más excluidos.
El lema de este año es: “La paz del mañana empieza hoy” y
tiene como objetivo que reflexionemos sobre lo importante de entender que la
paz no es una promesa de Dios para el futuro sino que Jesús la da y la podemos
vivir entre nosotros en el presente. Por esta razón es necesario estudiar en
los evangelios como entendió y vivió Jesús la paz. Para lograr esto contamos
con muchos textos bíblicos donde Jesús habla de la paz y también con su estilo
de vida, la cual fue un ejemplo de relaciones de paz.
Como tengo poco tiempo y deseo que dialoguen sobre lo que
significa para ustedes que “La paz del mañana empieza hoy” voy a hacer una
breve reflexión sobre Juan 14: 26 y 27. He escogido este texto en razón que me
parece importante que esta es la oración de despida de Jesús donde dice que no
nos dejara huérfano y promete enviar al Espíritu Santo, al consolador o
defensor como traducen varias versiones de la biblia.
En este contexto de despedida y de promesa de Espíritu Santo
Jesús le dice a sus discípulos: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la
doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden”. En esta
afirmación Jesús deja claro que la paz que él da es una realidad no para el
futuro sino que la está dando para el presente. Jesús les advierte la paz que
les está dando no es como la da el mundo y que no deben angustiarse y
acobardarse.
Esta advertencia parece tener sentido ante los hechos que
narra Juan en su evangelio donde tanto para Jesús y sus seguidores lo que viene
es persecución y el mismo asesinato de Jesús por parte de las autoridades
Judías y romanas. De esta forma se puede ver como Jesús hace la diferencia
entre la paz que él está dando y la paz del mundo que había impuesto el imperio
romano en su tiempo.
Si analizamos las diferencias entre la paz que nos da Jesús
y la paz del mundo que había impuesto el imperio romano podemos resaltar
algunos aspectos que son importantes para ser constructores de paz en n nuestro
país:
El texto nos ayuda a entender que la paz que Jesús da no es
para el futuro en la vida eterna y el mundo del que habla el texto bíblico no se
refiere a lo que muchos cristianos consideran el mundo en nuestro tiempo. El
mundo al cual se está refiriendo Jesús es al imperio romano que en el tiempo de
Jesús había impuesto una paz por medio de un poderoso ejército, con el cual
eliminaba a todas las personas y los grupos que consideraba como peligrosos
para sus intereses políticos y económicos. A esto se refiere Jesús cuando
afirma sobre la paz: “Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo”. De esta
forma se puede afirmar que la paz que da Jesús es diferente a la paz militar
que había impuesto el imperio romano en su tiempo.
Para nosotros esta perspectiva nos llama a oponernos a los
sectores que insisten que la paz se logra mediante la conformación de ejércitos
poderosos para hacer la guerra y derrotar a quien consideran enemigo por la vía
militar. Así la paz que nos da Jesús no es para el futuro, la paz empieza hoy
cuando como cristianos asumimos el compromiso de rechazar toda propuesta
militarista para garantizar la convivencia pacífica entre los seres humanos.
Otro aspecto interesante de la paz que Jesús da está
relacionado con la presencia del Espíritu Santo. En el texto Jesús dice a los
discípulos que el Espíritu Santo les enseñará y recordará todo lo que él ha
dicho e inmediatamente les dice que les deja y da la paz. Creo que es bueno
resaltar aquí la paz que Jesús da es para el presente y la promesa del Espíritu
Santo es para el futuro con la tarea de recordarles y enseñarles lo que Jesús
les había dicho. De esta forma Jesús une la promesa del Espíritu Santo con la
paz que está dando a sus discípulos.
Parece que los discípulos no entienden esto al inicio pero
ante el asesinato de Jesús en la cruz por las autoridades judías y del imperio
romano, al experimentar la resurrección y recibir el Espíritu Santo, constituyen
un movimiento que empieza a anunciar el evangelio de paz en todo el imperio
romano. Los discípulos entonces entienden que este movimiento del evangelio de
paz que empezó a liderar Jesús no estaba soportado en ninguna fuerza militar,
su poder consistía en construir comunidades donde las personas oraban, adoraban
a Dios y compartían según sus necesidades y especialmente con los más
necesitados (hechos 2:41-47 y 4:32-34). De esta forma los primeros cristianos
constituyen un movimiento de resistencia al imperio con una forma de
convivencia a partir de la paz que Jesús les había dado y de lo que el Espíritu
Santo les estaba recordando y enseñando.
La pregunta para nosotros como iglesia es ¿Cómo podemos empezar
a vivir la paz que Jesús nos da para contribuir con la paz en nuestro país hoy?
En el siguiente video pueden ver el resultado del dialogo
sobre esta pregunta:
Milton Mejía
Predicación en la Iglesia Presbiteriana, Barrio las Nieves,
Barranquilla
17 de mayo de 2015. DOPA 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario